miércoles, 28 de diciembre de 2011


Devoción a la Sta. Cruz de Jerusalem
Con Aprobación Eclesiástica.

     Esta oración fue encontrada sobre la sepultura de Jesucristo en 1709 y enviada por el Papa al emperador Carlos, cuando partió para el ejército a combatir a los enemigos, y la envió a San Miguel en Francia. El que lea esta oración, la oiga leer, o la lleve consigo, no se quemará ni se ahogará, ni podrá ser envenenado con ningún veneno, caer en manos de sus enemigos o ser vencido en las batallas.
     Si una mujer se halla en cinta y oye leer, lee o lleva consigo esta oración, saldrá pronto de su cuidado, será siempre tierna madre y colocando la misma oración a la derecha de su criatura, cuando haya nacido, la preservará de 82 accidentes. El que lleve esta oración consigo, nunca se verá atacado de epilepsia y cuando se vea caer en calle cualquiera persona con este mal, basta colocar esta oración a su derecha para que se levante como si nada hubiera pasado. El Señor ha dicho que se bendecirá al que escriba esta oración para sí o para otros. El que se burle de ella o la desprecie recibirá el castigo del cielo. La casa que tenga esta oración, se verá exenta de los peligros del rayo y del trueno y al que la diga diariamente, recibirá tres días antes de su muerte el aviso del cielo.

ORACIÓN
     Oh Santa Cruz! Madero hermoso en donde murió mi Señor, para darme eterna luz y librarme del contrario, ante ti me humillo y reverente imploro a mi Señor Jesucristo, que por los padecimientos que sobre ti recibió en su santísima Pasión me conceda los bienes espirituales y corporales que me convengan. Elevada ante el mundo eres faro luminoso que congregas a tu alrededor a la cristiana grey para entonar cantos de gloria al Cristo Rey, al Dios-Hombre que siendo dueño de todo lo creado, permitió ser crucificado sobre ti para la redención del género humano. Sobre ti se operó el asombroso misterio de la redención del Mundo desde entonces libra al cristiano de la culpa original puede llamarse hijo de Dios Eterno y aspirar a la gloria celestial. ¡Bendita seas! Por los siglos de los siglos, fuiste entre los paganos signo de baldón y afrenta y hoy eres emblema del cristiano y esperanza para ser perdonado por el sublime sacrificio de mi Señor Jesucristo, a quien esperamos servir y honrar por toda la eternidad. Amén.

     Santa Cruz de mi Jesús
expiró por darnos luz,
yo te doy mi reverencia
¡oh preciosa y Santa Cruz!.
    El camino que nos marques
en el mundo, seguiremos,
que a la Cruz siempre abrazados
con su signo venceremos.
     A tus plantas hoy me encuentro
mi divino redentor,
hay que con santa paciencia
cargue en el mundo mi cruz.
     La Santa Cruz
baje y se extienda
y de todo mal y peligro
la Santa Cruz nos defienda.

 ORACIÓN
Oh Dios omnipotente, que sufriste en la cruz la muerte para redimirnos de nuestros pecados.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, sé mi verdadera luz.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, ten piedad de mí.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, se mi esperanza.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, aleja de mí toda arma cortante.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, derrama en mi alma el bien.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, aleja de mi todo mal.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, hazme entrar en el camino de la salvación.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, aleja de mí todo temor a la muerte.
Oh Santa Cruz de Jesucristo, presérvame de todos los accidentes temporales y corporales para que pueda adorarte siempre así como a Jesús Nazareno, a quien imploro para que tenga piedad de mí.
     Haz que espíritu maligno visible o invisible, huya de mi por todos los siglos de los siglos, amén.
     En honor de la preciosa sangre de Jesucristo y de su penosa muerte.
     En honor de su resurrección y de su encarnación divina por medio de la cual puede conducirnos a la vida eterna.
     Que así como es cierto que Jesucristo nació nació en Navidad, que ha sido crucificado el viernes santo, que José y Nicodemus quitaron a Jesucristo de la cruz y que Jesucristo subió al cielo, que así se digne a libertarme de los ataques de mis enemigos, tanto visibles como invisibles desde hoy por todos los siglos de los siglos, Amén.
     Dios todo poderoso entre tus manos entrego mi alma, Jesús, María, José, Ana y Joaquín, Jesús mío, por la amargura que sufriste por mí, en la Santa Cruz, principalmente cuando tu alma sagrada se separó de tu cuerpo, ten piedad de mi alma cuando se separe de este mundo.
     Oh Jesús concédeme el valor para soportar mi cruz a imitación tuya: enséñame a llevar con paciencia todos los sufrimientos y que mi temor a ellos se convierta en virtud.
     Que la omnipotencia del Padre se digne a cubrirme con la sabiduría del Espíritu Santo.
     Dígnate recibirme y conducir mi alma a la vida eterna. Así sea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermosa oración..

Luis dijo...

Gracias, Que Dios te bendiga, cree siempre en Dios, No te dejes llevar por todas las cosas malas que en este tiempo vivimos.